Definiciones

            

            Cuanto más reconozco y acepto mis limitaciones mejor persona soy, pero también me siento más débil. Si, al contrario, reconozco mis defectos pero no los acepto o los ignoro o los presento como virtudes, peco de soberbio, cayendo en el engaño que urdí para los demás; y así me siento más fuerte, con más peso, aunque sin dejar de ser yo, dejo, de alguna manera, de serlo.

¿Qué soy para ella? ¿Sólo su complemento? ¿Me conoce realmente? Cree que sabe quién soy. Creo que lo dice para que le crea. Es sabido que nadie se conoce a sí mismo. Lo que ella piensa de mí lo deduce de mis señas, indicios, palabras y vicios; pero estas cosas son solo eso, y si aun así juntáramos la totalidad de mis antecedentes, mi mapa genético, mis huellas dactilares, mi nombre y mi mirada no alcanzaría; y ni siquiera bastaría vivir toda mi vida junto a ella.

Pasamos la noche hablando. Compartimos una cena y nuestras palabras, palabras que necesitamos como el aire y el vino. Tengo la sensación que esta noche viene durando desde siempre, los últimos años retrocediendo al pasado y volviendo al presente. Este presente, el mío y el de ella, el nuestro.

No la conozco, no sé quién es, al menos es lo que dice si no la puedo definir en pocas palabras. No es la primera vez que caigo en la cuenta que no alcanzan las palabras para expresar lo que uno siente, o al menos cuando hablo de ella.

La última vez, le comentaba a un nuevo amigo que me preguntó qué pensaban mis viejos amigos de ella ¿les cae bien?, me dijo, y yo respondí que ella no le cae mal a nadie, que es muy difícil que ocurra algo así. Ella escucha o hace que escucha y calla. No va al choque, lo evita; sólo opina o responde cuando le preguntan. De este modo rompe los obstáculos o barreras que ponen los demás y se acerca a sus pensamientos, paso a paso. Puede tardar años pero ella siempre sale ganando; y tiene además un potencial o mejor dicho una voluntad raras veces vista, con la que puede si quisiera cambiar el mundo y el mundo son las personas. Con todo esto, mi nuevo amigo interpretó que ella es una mujer calculadora, es más, creo que hasta le inyecté una cuota de temor.

Cuando le comenté el episodio concluyó que era comprensible la reacción y que ella hubiera pensado lo mismo. Las palabras no alcanzan, o al menos cuando tendrían que hacerlo. Pobres palabras, no tienen culpa pero sí tienen deudas, al menos conmigo.

Retomando el desafío de definirla con pocas palabras podría arriesgar por ejemplo: equilibrada o ubicada, pero no alcanza. Sigo: estratega, mental, acertada; tampoco. Tengo ganas de rendirme a la idea de no conocerla.

Fotografía personal:

"Mi taller" 02/2023